Perdon Gaza
Perdón Gaza
Hemos olvidado
Que tus niños son parecidos a los nuestros,
Y sus llantos son diferentes,
Que jugar con las bombas es diferente,
Que nacer con barba es diferente y
morir antes de mirar el espejo es diferente.
Que la mamadera cuando se transforma en cuchillo es diferente
Que la piedra en algún tiempo será diamante.
Hemos olvidado que tus mañanas son más estrechas que la angustia
Y tus noches más oscuras que la justicia,
Hemos olvidado que tus cielos llueven balas,
que tus suelos, surcados con heridas, amortajan tu gente
Perdón Gaza. Tenemos muchas preguntas de fuego, pero no sirven para encender una luz en la orfandad de tu oscuridad. Tenemos ofrendas y ofrendas de palabras pero indícanos a tus templos, a un Jesús que no viene caminando sobre un mar de sangre o a lagrimas que pueden llevar un barco con dos padres que perdieron su niño.
Perdón Gaza. Tenemos muchas palabras pero nos fustiga la lluvia de las noticias y los suelos de papales cómplices con nuestra humanidad. Los archivos de la antigua tristeza, las pertenencias a una salvación prometida, los carteles anchos que vierten, en vano, tu sudor a nuestro corazón, las gargantas rellenas de las arenas de tu tiempo, las palabras, discursos que viajan sin valijas a estaciones de promesas, los sonidos de bombos de panzas vacías ¿Quien es mas sincero? ¿El sonido o la sombra? ¿La distancia o la luz?
Para que seas hombre tienes que sentir dolor y para que te sientas dolor tiene que existir otro hombre, sino quien te va a cortar tu sonrisa, quien va a limar tus alegrías, quien te va a indicar al camino de la bosque para elegir la madera de tu cruz, quien te va a enseñar gritar sin que nadie te escuche.
Perdón Gaza si olvidamos, en esta Navidad, que no podemos decirte Feliz Navidad.
Hemos olvidado
Que tus niños son parecidos a los nuestros,
Y sus llantos son diferentes,
Que jugar con las bombas es diferente,
Que nacer con barba es diferente y
morir antes de mirar el espejo es diferente.
Que la mamadera cuando se transforma en cuchillo es diferente
Que la piedra en algún tiempo será diamante.
Hemos olvidado que tus mañanas son más estrechas que la angustia
Y tus noches más oscuras que la justicia,
Hemos olvidado que tus cielos llueven balas,
que tus suelos, surcados con heridas, amortajan tu gente
Perdón Gaza. Tenemos muchas preguntas de fuego, pero no sirven para encender una luz en la orfandad de tu oscuridad. Tenemos ofrendas y ofrendas de palabras pero indícanos a tus templos, a un Jesús que no viene caminando sobre un mar de sangre o a lagrimas que pueden llevar un barco con dos padres que perdieron su niño.
Perdón Gaza. Tenemos muchas palabras pero nos fustiga la lluvia de las noticias y los suelos de papales cómplices con nuestra humanidad. Los archivos de la antigua tristeza, las pertenencias a una salvación prometida, los carteles anchos que vierten, en vano, tu sudor a nuestro corazón, las gargantas rellenas de las arenas de tu tiempo, las palabras, discursos que viajan sin valijas a estaciones de promesas, los sonidos de bombos de panzas vacías ¿Quien es mas sincero? ¿El sonido o la sombra? ¿La distancia o la luz?
Para que seas hombre tienes que sentir dolor y para que te sientas dolor tiene que existir otro hombre, sino quien te va a cortar tu sonrisa, quien va a limar tus alegrías, quien te va a indicar al camino de la bosque para elegir la madera de tu cruz, quien te va a enseñar gritar sin que nadie te escuche.
Perdón Gaza si olvidamos, en esta Navidad, que no podemos decirte Feliz Navidad.
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