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Té Literario en el Dia del Escritor Krasiah Alawad.mp4

Palabras del escritor Carlos Artayer en la presentación de libro Victima del Viento

Un atávico fatalismo subyace en la poesía de Krasiah Alawad, y se corporiza en sus palabras, se manifiesta en la convicción del fortuito diseño en nuestros días terrestres, como obra de un arquitecto voluble, veleidoso, un Dios inconstante que nos lleva de la mano al escenario siguiente, y nos convierte en desconcentrados agonistas de lo cotidiano. Así, nos transforma en victimas del azar, en padecientes de los eventual, entregada nuestra volunta a la suya; sin embargo, el tomar conciencia de tal manipulación, se despierta la rebelión, se agudiza el cuestionamiento y la pregunta, aunque no tenga respuesta, se constituye en modo de resistencia tenaz, en que la palabra como la mas alta expresión del ser humano, se pone a la pasividad del mártir. Por eso es que la poesía mencionada al viento hacedor, transformador o destructor, entidad que fue reconocida en las primigenias cosmogonías del mundo, desde Enlil del sumerios al Aiolos de los griegos; desde el Shu de los egipcios al Ehecatl de

Cayó el imperio de mi fracaso

Cuánta fe necesito para resistir el poder de tus ojos cuando firman mi cuerpo con una mirada que me hace caer, caer cuantos silencios me faltan para combatir tus palabras que me sellan mujer, mujer me cruzas con una lentitud intencional de una distancia estudiada para instigar ¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo hacer? ¿Te seduce mi blanca bandera hombre al que le gusta conquistar y no le bastan las victorias? ¿que debes querer, querer? ¿Conspiró mi cuerpo con tus palabras? O ¿me engañó la oscuridad y este lugar ambiguo entre la ilusión y la verdad, entre el sueño y la realidad entre el deseo y el placer? Y ¿cómo salvo mi cuerpo ahora? Despierto, y despierta conmigo un deseo interior que me secuestra hacia un norte tramposo no se dirige a él ningún río ningún amanecer cayó el imperio de mi fracaso cayó mi papel y la prudencia que necesitaba para enfrentarte cayó mí hoy, mi mañana, mi ayer.