Libertad

No me miren así…!

No conocí a ningún hombre

No me sorprendió un ángel con el trigo de Dios,

ni con espermas divinas que escriban una profecía nueva

Pero siento un mareo de mujer que

había tragado una mosca escapada de la primavera de una lejana aldea..

Nada hay dentro de mi

Pero mi vientre redondo parece a las estaciones de fertilidad,

la detención de mis lluvias extiende posibilidades de cosecha,

mi inclinación hacia una somnolencia parecida a la muerte

mis deseos rebeldes de morder lo neutro entre dos sabores contrarios

Ni el azúcar de las mañanas despierta el interés de mi café

Ni el agrio del limón de los huertos me hace agua la boca

Semilla, navega en mis entrañas

La intento parir, vomitar, conservar

Pregunto el medico

Me responde:

Es un niño…

No! es una niña, su feminidad ata nuestros cuellos

como un babero que nos arrastra hacia el primer sabor,

una niña que no nace nunca;

negocia con agonías ,brota aguas,

se amiga con la sangre,

acompaña los gritos y el dolor

Pero permanece siempre colgada en un útero…

Me callo…

Me pregunto:

¿Acaso me embaracé con voces de esclavos?

Pero no conocí a ningún hombre,

ni me vino un arcángel con el trigo de Dios

Solo un deseo intenso de que nazca un ramo de mi , me invadía.

Solo por un deseo de igualarme con las otras,

me acosté con el sueño de un hombre…

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