coroname


y explícame el último capítulo de u ausencia.
¿Cómo pudiste transformarme de
una mujer parecida al imposible
en una estación de sal?
Coróname y explícame.
Pero no me prometas navegar en la luz de la luna
ya he perdido mi relación con el tiempo,
ya no tengo tratos con ninguna isla que
lee diarios, persigue noticias, o
se preocupa por los colores de las banderas
ya no pertenezco a los paridos del llanto,
ni a los mandamientos del exilio.
Anúlame de este calendario vidrioso,
y tírame en un barco que no tiene velas
el olor de las arenas en los puertos cruza mis
huesos como espada
alójame en la costa de tus manos y
coróname, pero
no camines descalzo sobre mi existencia.
No me fustigues con tu indiferencia
no me doblegues.
Compréndeme y luego
ama (rga) me.

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